Cirugía Ginecológica y Reproductiva
Histeroscopía
Descripción
La histeroscopía es un procedimiento diagnóstico y terapéutico que permite identificar y resolver problemas en la cavidad uterina. Se utiliza para detectar lesiones como pólipos, miomas y tabiques que afectan el interior del útero.
Procedimiento
Este método puede realizarse en el consultorio con anestesia local sobre el cérvix o en un quirófano con anestesia general para procedimientos quirúrgicos. Es común en el área de reproducción, especialmente en pacientes con problemas de fertilidad.
Indicaciones
Las indicaciones para la histeroscopía se agrupan en dos categorías:
1. Evaluación y tratamiento del sangrado uterino anormal.
2. Evaluación y tratamiento de la infertilidad, incluyendo situaciones como:
• Pérdida gestacional recurrente (dos o más abortos).
• Extracción de un dispositivo intrauterino translocado.
• Miomas uterinos submucosos.
• Pólipos endometriales.
• Oclusión proximal de las trompas.
• Adherencias uterinas traumáticas.
• Malformaciones uterinas.
• Antecedentes de uno o más procedimientos de reproducción asistida sin éxito.
• Falla de implantación.
Laparoscopía
Descripción
La laparoscopía es un procedimiento quirúrgico que permite visualizar directamente la cavidad abdominal y pélvica a través de pequeñas incisiones en la pared abdominal. Se utiliza para tratar diversas condiciones que antes requerían cirugía abierta, como la recanalización tubaria, tratamiento de endometriosis, embarazo ectópico, extirpación de miomas y quistes de ovario.
Ventajas
• Baja tasa de complicaciones.
• Rápida recuperación.
• Mejor visualización de estructuras pélvicas.
Indicaciones
Las indicaciones para la laparoscopía son variadas, especialmente en el contexto de problemas de fertilidad, e incluyen:
• Miomas uterinos.
• Malformaciones congénitas.
• Sospecha de perforación uterina.
• Obstrucción tubaria.
• Endometriosis.
• Embarazo ectópico.
• Hidrosalpinx.
• Abscesos tubarios.
• Adherencias.
• Enfermedad pélvica inflamatoria.
• Tumores benignos y malignos.
• Poliquistosis ovárica resistente a tratamientos.
Recanalización Tubaria
La tuboplastia o recanalización tubaria es una cirugía que busca restablecer la función de las trompas de falopio al eliminar obstrucciones internas o externas, que a menudo son causadas por inflamación crónica debido a infecciones, cirugía pélvica previa o métodos de planificación familiar como la salpingoclasia.
Procedimiento
La liberación de obstrucciones internas se realiza a través de la histeroscopía, donde se introduce un catéter delgado en la trompa y se aplica líquido a presión. Si el líquido sale por el otro extremo, la trompa está permeable.
Factores de Éxito
• Edad de la paciente: Las mujeres menores de 35 años tienen mayores tasas de
éxito.
• Técnica de salpingoclasia: Las técnicas, como la Pomeroy, presentan mayores
probabilidades de éxito.
• Segmento de trompa remanente: Un segmento mayor de 4 centímetros se
asocia a mejores resultados.
• Uso de métodos mecánicos: La utilización de métodos mecánicos en lugar de
energía para sellar las trompas mejora la probabilidad de recanalización.
• Presencia de fimbria: La fimbria es esencial para la recolección del óvulo; su
ausencia dificulta el proceso.
• Ausencia de adherencias peritubarias: Las adherencias pueden interferir con la
función de las trompas y afectar el éxito del procedimiento.
• Diámetros de los segmentos de salpingue: La alineación y diámetro de los
segmentos a unir influyen en la viabilidad del procedimiento.
• Tiempo desde la operación: Las pacientes que fueron operadas hace menos de
5 años tienen mayores posibilidades de éxito.
Miomectomía
La miomectomía es la cirugía para extirpar los miomas del útero, tumores benignos que pueden crecer a partir del músculo liso del órgano. Se estima que entre el 25% y el 40% de las mujeres en edad reproductiva presentan miomas, que suelen ser asintomáticos. Cuando causan síntomas, los más comunes son sangrados abundantes, dolor pélvico crónico e infertilidad. Los miomas pueden obstruir las trompas, deformar la cavidad uterina y afectar la calidad del endometrio, aumentando la probabilidad de aborto o nacimiento prematuro. Aunque existen tratamientos médicos para aliviar los síntomas, la miomectomía es la opción más eficaz para quienes desean conservar el útero y su fertilidad. Por lo general, seis meses después de la cirugía se puede buscar el embarazo, aunque hay un riesgo de recurrencia de los miomas.
Procedimiento
La miomectomía puede realizarse por cirugía abierta (laparotomía) o laparoscópica. Para los miomas submucosos, se prefiere la histeroscopía quirúrgica, que utiliza un histeroscopio y otros instrumentos para su extracción.
Beneficios de la Miomectomía
La tasa de embarazo tras la cirugía es cercana al 60%, especialmente si no hay otros factores de infertilidad. La localización de los miomas es crucial, ya que pueden reducir las tasas de éxito en tratamientos de fertilización in vitro, en particular los submucosos. Una vez extirpados, estas tasas pueden aumentar aproximadamente un 20%.
Endometriosis
La endometriosis es uno de los trastornos ginecológicos más comunes que afecta a mujeres en todo el mundo, variando desde casos asintomáticos hasta síntomas severos relacionados con la fertilidad. Se estima que aproximadamente el 30% de las mujeres tienen algún grado de endometriosis, y de estas, un 30% puede experimentar problemas médicos significativos.
Este trastorno se presenta cuando el tejido endometrial, que normalmente recubre la cavidad uterina, crece fuera de ella. Este tejido ectópico puede implantarse o desarrollarse en diversas partes de la cavidad abdominal e, incluso, raramente, en lugares distantes como el ombligo o los pulmones. Puede manifestarse de diversas formas:
• Implantes superficiales: pequeños parches de tejido.
• Nódulos penetrantes: formaciones más gruesas de tejido.
• Endometriomas: quistes en los ovarios.
La endometriosis responde a las hormonas ováricas de manera similar al endometrio normal. Bajo la influencia de los estrógenos y la progesterona, este tejido se inflama y produce sustancias como las prostaglandinas. Cuando los niveles hormonales disminuyen, el tejido puede sangrar; sin embargo, a diferencia del endometrio, la sangre y el tejido de la endometriosis no tienen salida, lo que puede irritar los tejidos circundantes. La infertilidad puede ser un síntoma de endometriosis, aunque otros factores como alteraciones en la ovulación o problemas en la calidad del semen también pueden influir. Algunas mujeres con endometriosis logran concebir, mientras que otras enfrentan dificultades, ya sea por esta condición aislada o en combinación con otros problemas.
Este padecimiento puede obstaculizar la concepción de varias maneras:
• Alteración de la ovulación: la calidad de los óvulos puede verse afectada.
• Inflamación y adherencias: el tejido endometrial ectópico puede causar adherencias entre órganos, obstruyendo las trompas de falopio.
• Separación de los ovarios: si los ovarios están alejados de las trompas, los óvulos pueden tener dificultades para alcanzarlas tras la ovulación.
Tratamiento
Las principales opciones de tratamiento para la endometriosis son los medicamentos y la cirugía. Los objetivos del tratamiento son mejorar la calidad de vida al aliviar el dolor y aumentar las posibilidades de fertilidad. En comparación con el tratamiento quirúrgico, es posible que se logre un embarazo entre 6 y 12 meses después de la cirugía. Las lesiones producidas por la endometriosis pueden ser tratadas mediante laparoscopía.